Otra costumbre muy difundida y que también encuentra su explicación en los celtas, es la que asegura que la persona que encuentre un trébol de cuatro hojas gozará de buena suerte. Para los celtas el trébol, aunque sólo tuviera tres hojas, era un poderoso talismán que brindaba buena suerte y evitaba el mal de ojo, por supuesto, con una hoja más el poder del trébol se potenciaba. El número cuatro era importante debido a que eran cuatro las estaciones, cuatro los puntos cardinales, y cuatro los elementos. Sin embargo, con el paso del tiempo, el significado de las cuatro hojas se fue desvirtuando. En la actualidad subsisten dos interpretaciones, por un lado cada una de las cuatro hojas representan: amor, esperanza, fe y suerte, respectivamente; por otro lado la segunda interpretación afirma que la primera hoja a la izquierda del tallo trae la fama, la segunda la riqueza, la tercera el amor y la cuarta la salud. Además existe una versión que atribuye al trébol de cuatro hojas poderes proféticos y celestinos, esta dice que la mujer joven que encuentre un trébol de cuatro hojas se casará con el primer hombre que vea a partir de ese momento.